Buenas noches. Viernes Santo y sigue el desfile de chicas en mini falda con taconazos y gafas de colores. Los chicos tienen una extraña forma de peinarse, entre Hipster afeitado y borreguillo que sigue a su pandilla. Pantalón ceñido, remangado, como si fuesen a coger coquinas. Señoras que no se quieren perder un "paso", y no dudan de someter a ese marido harto de trabajar, al suplicio de esperar en una acera, aguantando filas de nazarenos embutido en el traje de la boda de su hija. Las mantillas le hacen menos dura la espera. Le llama la atención una morena, que parece que se ha bajado de un cuadro de Romero de Torres. La policía local lo saca de esa ensoñación pidiendo que se eche para atrás. El "paso" pasa a paso lento. Se detiene. Y Antonio, cartero de profesión, amante del tumbing, se desespera, no puede moverse ni echar un cigarro. Su mujer grita, aplaude y lanza "vivas". Nuestro personaje piensa que esta posesa. El capataz lanza una orden "vamos valientes, esta levantá por Antonio" y golpea el llamador, Antonio piensa que es por él....y se le escapa una lágrima....son los milagrines de la Semana Santa.
