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domingo, 24 de abril de 2016

Málaga es volatera y ambidiestra.



Málaga, nuestra Málaga, es a veces esa ciudad que se queda mirando el dedo que apunta a la luna, incluso llega a chupárselo, como si de un chupete se tratase. Ese chupete que calma su ansiedad o sus rabietas.

Termina la Semana Santa, sigue con el Malaga Crea y continua con el Festival de Cine, no seré yo el que hable de una semana a tope de eventos, ruedas de prensa, sesiones de fotos, paseillos por la alfombra roja, personajes consagrados del cine y personajillos. Porque de todo hay en la viña del Señor. 

No seré yo quien hable de un festival donde por mucho que se distribuya la alfombra roja, veremos siempre las mismas fotos, de los auténticos protagonista de esta fiesta del cine y la serie de televisión, los fans. Esos que tanto juego dan a la prensa con sus caras histriónicas, buscando el selfie con el guaperas de turno.

Un año más acreditado, con una tarjeta de PVC, colgada al cuello, con una cinta blanca con propaganda de una lujosa marca de coches.

Desde que se inventaron los selfies, se inventó la foto recurso para la prensa. Pongamos por caso a Mario Casas, rodeado de chicas de caras quemadas por el sol y con su teléfono de ultima generación, regalo de Reyes,  inmortalizarse con los actores, emergentes pero guapos. Si Paul Newman, pasease por esa alfombra.....algunas no lo conocerían.

Pero Málaga es así, volatera, como diría mi padre. Lo mismo espera horas para ver al Cautivo por el Puente de la Aurora, que le dice guapo al a Ntro. Padre Jesús de la Columna (Gitanos) que a Mario Casas, da igual, es el mismo público y no me cansaré de repetir que es soberano y el que manda. No Piti, no, el maestro de ceremonias del Festival de Cine es el público, sin ellos sería distinto. Trátenlos bien: agua y protección solar, la mayoría menores.

Una Málaga volatera, que vió pasar un penitente del rock por la Cochera Cabaret, esa recoleta pero acogedora sala de conciertos y otros eventos, muy cerquita de la Térmica. El penitente del rock, es zocato. Toca la guitarra, canta, compone, se arranca por algún palo del flamenco y escribe artículos de opinión. Es afable, humilde y la guitarra zurda son su pico y pala. El sábado presentó Acto de Fe su particular "parto de la burra" porque este disco ha sido trabajo, trabajo y trabajo.

Se metió a su público en el bolsillo, y se dejó el pellejo en el escenario. Un grande, con un corazón enorme.  Virtuosos de las seis cuerdas zurdas, que prestan su talento para que el  para que el rock no muera. Muchos de los grandes estarían orgullosos de él, desde Ariel Rot, Joaquín Sabina y si me lo permiten el mismísimo Jimmy Hendrix. Y es que hay mucho rock and roll, mucha ilusión en estos obreros de la música, como el Zurdo y que dure muchos años.

La Málaga ambidiestra, que lo mismo grita histérica a un personaje de serie de televisión, mientras va a un local a escuchar música de la buena. O pasea por la pasarela del Málaga Crea, diseños que no se cree ni él. Rollito provocación que no falte y como diría el chulesco de turno "que hablen de mi aunque sea mal" eso vende, compartiendo fotos en Facebook, que son gratis (el cogerlas, no hacerlas).

 O se pone una camiseta y una faja lumbar para salir en el submarino de la Esperanza. 
Existen dos "Málagas", la que está al sol y la que está a la sombra, la que madruga y la que trasnocha, la que es creativa y la que se nutre de la que creación de los demás. La de masas y la independiente, la auténtica y la de postureo. La del Rock del bueno y la enlatada. La de los grandes Auditorios y la de los locales. La del jet y la del bus. La de la provocación y la de la emoción, la humilde y la que mira por encima del hombro.

Málaga siempre Málaga, buscando su identidad algunos y siendo ellos mismos otros. Menos mal que la Cerveza Victoria una de nuestras señas de identidad vuelve a Málaga.

1 comentario:

  1. Hola Soy Ana Pozo. Te dije que te escribiría por mail pero no me funciona, así que ahí va mi opinión para todo el mundo. Hace unos días estuve en la presentación del disco del Zurdo: Acto de Fé.
    Me gusta el sonido conseguido y agradezco esa lealtad al Rock & Roll, pero sin perder frescura. Nada me suena arcaico. Igual tiene algo que ver con una mezcla de pureza de calidad, cualidad y verdad.
    Mientras más lo escucho, más me gusta. Evidentemente no entiendo el significado intríseco de cada golpe de letra. Para eso tendría que haber vivido codo con codo con el zurdo, pero la mayoría son transportables a cualquiera.
    Me gusta la música que consigue para sus canciones.los acordes que tienen sus letras. Me parece, como diríamos los flamencos, que tiene "soniquete". Con esa misma cualidad se muestra en sus solos, además de contundente y con personalidad.
    Volviendo al sonido del disco, me gusta como suena porque me parece natural. Sigo con mis paralelismos: suena "a pelo", como una guitarra flamenca desenchufada.
    Por último decir que hay una balada donde su voz queda más desnuda y a mi me encanta.
    Te deseo lo mejor en tu camino. Un abrazo

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