Después la restauraron otros, la
Virgen de los Carteros, me da la impresión que no ha ocupado ese lugar
preferente que merecen las verdaderas obras de arte, respaldadas por unas
inquietudes cofrades y un entusiasmo fuera de lo común.
“Yo quiero llevar a la Piedad” mi
gozo en un pozo, había listas de espera, tanta que dejé de pagar las cuotas de
hermano y solamente volví a la Casa Hermandad para hacer fotos, muchos años
después. Mucha amabilidad con aroma a ginebra y ron, un Viernes Santo.
Mi hermano, con una lumbociática,
en cama, era Lunes Santo, yo un niñato, ¿tu no tienes ganas de sacar un trono? Pués
me lleve la túnica de mi hermano y en los Mártires me colé, con unos diecisiete
años. Nunca olvidaré ese trono con cinco varales con el borde de madera. Yo iba
en la cola, varal C-5. Ya no se me olvidó jamás lo que es sacar un trono a la
calle y encerrarlo.
Pasaron los años y la misma
ilusión que tenía cuando niño en la Virgen de los Carteros, tenía por sacar
Jesús de la Pasión, lo dejé en el A-2, que no dejaba que me arrebatase ningún
enchufado de turno, ese puesto era mío, ganado con los años. Porque mira que
hay encufados en las cofradías, mira que hay petardas y petardos, gente muy mal
educada, que con una medalla en el cuellos se creen que tienen derecho a todo.
Así nos va.
Una carta al hermano mayor diciéndole
los motivos que tenía para irme de esa peña, ceñida de esparto, despertó su
curiosidad, “mire usted que me voy por motivos personales”, por no decirle los
verdaderos motivos. En fin, el feriante pagano, disfrazado de nazareno….
Y aterricé en Cautivo. Una
compañera de trabajo tuvo la culpa. Al igual que una campaña publicitaria para
elegir la nueva junta de gobierno y ver como se aprovechan de las cabezas de
algunos para pisarlas, me hizo pensar que en las cofradías hay que dejar los
sentimientos a un lado y si quieres vivir la fe, hay que hacerlo fuera del círculo
cofrade, fuera de esos misticismos falsos, de ese “como quiero y no puedo, pues
lo intento en una junta de gobierno”. O “el sueño de mi vida lo he cumplido: ya
soy Hermano Mayor” Allá cada uno con su escala de valores, cada vez más
debilitada.
Y también salí de aquella cofradía.
Hay personas que sí merecen estar al lado del Cautivo, yo no.
Y la fotografía cofrade en medio
de todo este follón de las cofradías. He hecho lo que he tenido que hacer en
estos años, he hecho fotos, he escrito…he pasado buenos ratos, pero ahora toca
poner punto y aparte. Me voy, pero vengo pronto. Espero venir pronto con esa
ilusión del chaval que se compra la cámara y se quiere comer el mundo. Porque
si de una cosa estoy seguro es que me duele La Semana Santa. Me duele Málaga. Y
ahora lo mejor es no estar. Esto es un hasta luego, un nos vemos, un que os
vaya bien, un suerte amigos….Pero lo siento, mis padres no me trajeron al mundo
para vivir del peloteo, me trajeron al mundo para vestirme por los pies y
decirle al pan, pan y al vino, vino.
@jcebreros20
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